Marc Alventosa y Xavier Morell: “Los edificios NZEB son la única estrategia factible que tenemos para mitigar el calentamiento global”

Publicado el 7 octubre 2024

Esta semana hemos conversado con Marc Alventosa y Xavier Morell, los directores del estudio Alventosa Morell Arquitectes. El equipo de arquitectos está comprometido a ofrecer soluciones de diseño que garanticen espacios de calidad, trabajando con responsabilidad social, económica y medioambiental.

Entrevista

¿Cómo y cuándo nace el estudio de arquitectura?

El estudio se oficializó en el año 2012, aunque todo nació en la universidad, donde, como buenos amigos, compartíamos todo tipo de inquietudes.

¿Cómo es vuestra metodología a la hora de afrontar los proyectos?

Más que una metodología, existe un objetivo común: diseñar arquitectura con la intención de generar el máximo confort posible para sus usuarios y el entorno inmediato. Entendemos que la arquitectura debe responder a diferentes cuestiones de manera óptima y equilibrada. Esto se traduce en tener en cuenta las necesidades programáticas de los clientes, creando atmósferas donde el usuario disfrute del habitar de estos espacios.

Por otro lado, también buscamos crear confort a partir de estrategias bioclimáticas y el uso de sistemas constructivos ecológicos, que combinen inercia y resistencia térmica con materiales naturales.

Con estos objetivos generales, analizamos los condicionantes del sitio y del encargo para establecer cuáles son las estrategias necesarias para cada proyecto.

¿Existe algún material sostenible por el que sintáis predilección? ¿Por qué?

Intentamos trabajar siempre con materiales que nos ayuden a tener una huella de carbono reducida. Al utilizar materiales tradicionales, también estudiamos qué empresas utilizan los sistemas de producción con menos emisiones de CO2. Por ejemplo, si trabajamos con ladrillo, buscamos fábricas con hornos que los produzcan en biomasa.

De todas formas, la elección del material forma parte del proceso creativo inicial y, en consecuencia, no es aleatorio. Por ejemplo, en terrenos con mucha pendiente, donde no queremos alterar demasiado la topografía, solemos trabajar con sistemas ligeros pre industrializados de madera y fachadas ligeras (muchas veces de corcho).

En este momento, estamos trabajando en un proyecto donde, debido a la necesidad de hacer un sótano y extraer tierra, estamos investigando cómo convertirla en muros portantes de tierra compactada. El material que elegimos se basa en la estrategia y condicionantes de cada proyecto.

Estáis especializados en el diseño de edificios NZEB o de Consumo Energético Casi Nulo, ¿cuáles son los principios básicos de este tipo de construcción?

Los edificios NZEB son la única estrategia factible que tenemos para mitigar el calentamiento global. Es imprescindible reducir la demanda energética al mínimo y convertir nuestros edificios en plantas de generación que produzcan más energía que la demandada por los usuarios.

Para conseguirlo, son determinantes las estrategias bioclimáticas combinadas con estudios térmicos exhaustivos, con las que podamos analizar los resultados de lo que estamos diseñando. Con toda esta información, es más fácil estudiar el resultado final y, sobre todo, lograr el confort térmico de los usuarios.

Un tema interesante para meditar es que muchas veces valoramos el impacto de una construcción solamente considerando cuestiones internas del edificio. Eso hace que a veces encontremos proyectos NZEB donde dentro de la casa puedas estar en condiciones de confort, pero no en el jardín.

Nosotros creemos que, en el caso de casas unifamiliares, deberíamos entender la importancia de trabajar desde la misma perspectiva los espacios interiores y exteriores, creando refugios climáticos que puedan ayudar a mitigar las olas de calor en verano. En consecuencia, los resultados no beneficiarían solamente al interior de una casa particular, sino también a toda la comunidad adyacente.

¿Es posible aplicar sus estrategias en la rehabilitación de viviendas?

Es posible y extremadamente necesario. La diferencia es que hay más preexistencias y las reducciones de demanda a veces no pueden ser tan drásticas. De todas maneras, la proporción de vivienda existente es muy superior al de nueva creación, por lo que cualquier mejora tiene una gran incidencia.

¿Qué papel juega la domótica en los edificios NZEB?

La verdad es que, normalmente, poca. Aunque el sistema de análisis de datos sea complejo, los diseños bioclimáticos nos permiten reducir las demandas por debajo de las exigencias de los estándares Passivhaus. Con estas demandas energéticas tan pequeñas se pueden implementar sistemas activos de climatización y refrigeración muy simples.

De todas formas, actualmente estamos trabajando en un proyecto donde hemos diseñado unas chimeneas bioclimáticas que regulan la renovación del aire interior con un aire pretratado y atemperado. En este caso, sí necesitamos una mínima domótica para su gestión.

¿Qué proyecto o proyectos destacarías especialmente? ¿Por qué?

En cuanto a vivienda de pequeña escala, destacaríamos la Casa LLP, dos viviendas agrupadas NZEB en las montañas de las afueras de Barcelona. El proyecto está pensado para no alterar la topografía existente y construido en su mayor parte en madera.

Casa LLP. Fotografía: Adrià Goula.

En cuanto a vivienda plurifamiliar, resaltaríamos el bloque de 54 viviendas sociales en Inca (Mallorca), un proyecto que también es NZEB, donde los materiales locales, tradicionales y de baja huella ecológica tienen un papel determinante.

54 viviendas sociales en Inca. Fotografía: José Hevia.

Por último, la almazara El Trull CV es un proyecto complejo, en el que la adaptación a un entorno paisajístico de gran valor y muy frágil fue el hilo conductor de todo el diseño. Es una obra donde la misma excavación, con 17 metros de profundidad, nos sirve para generar la piedra de las fachadas y la tierra de las cubiertas.

El Trull CV. Fotografía: Adrià Goula.

¿Existe un conocimiento real y extendido entre los profesionales del sector sobre la importancia de la sostenibilidad en la construcción?

Creemos que sí, cada vez más. Aun así, también es cierto que, en muchos casos, la aproximación a esta arquitectura «verde» termina quedándose en slogans o estrategias superficiales, lo que conocemos como greenwashing. Para generar un cambio real, es necesario que los arquitectos nos eduquemos en el uso de nuevas tecnologías y materiales para poder generar estrategias contundentes que produzcan un cambio significativo.

Gracias a Marc Alventosa y Xavier Morell por dedicarnos su tiempo y permitirnos conocer su trabajo.

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