El proyecto ‘Infinito Delicias’, premiado por su sostenibilidad social y energética
«Infinito Delicias», un proyecto impulsado y codiseñado por la Fundación Daniel y Nina Carasso, plantea la rehabilitación de una antigua nave industrial para convertirla en un centro comunitario. Todo ello a través de un proceso de co-diseño de 360º, enfocado en la circularidad de los materiales y el crecimiento de la biodiversidad urbana. Este planteamiento abarca aspectos como el análisis urbano, el diseño de espacios y el desarrollo de un modelo de negocio sostenible, entre otros.
El proyecto es fruto de la suma de los estudios Husos, Elii y Ultrazul. En un principio, recibió el nombre de «El 17. La composición de la Casa del Conocimiento», como referencia a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas y, en especial, al último de todos, el número 17, que promueve la creación de asociaciones mundiales sólidas y la cooperación para no dejar a nadie atrás en el camino hacia el desarrollo sostenible. Posteriormente, el proyecto pasó a llamarse «Infinito Delicias».
La construcción del edificio, proyectado en el barrio madrileño de Delicias, adopta un enfoque holístico, ya que busca construir espacios considerando todos los aspectos de la vida humana, la salud y el bienestar. El objetivo es plantear un nuevo paradigma urbano, que incorpore la excelencia ambiental, social y económica y refleje los valores fundamentales de la Fundación Daniel y Nina Carasso. Cuando esté en uso, ofrecerá al barrio un espacio multiusos para organizar talleres, cursos, exposiciones, entre otros eventos sociales.
Circularidad en la construcción y enfoque comunitario
“Infinito Delicias” busca reflejar el principal objetivo de la Fundación Daniel y Nina Carasso: fomentar la asociación y el intercambio de conocimiento entre los actores urbanos relacionados con el arte, la educación y la producción sostenible de alimentos. Por este motivo, más de un tercio de la superficie total de la planta está destinado a espacios polivalentes que fomentan la interacción entre los miembros de la comunidad.
El uso casi exclusivo de biomateriales y elementos reciclados complementan la estrategia de circularidad sobre la que se asienta el proyecto. La madera, un recurso natural renovable, es uno de los materiales protagonistas de la envolvente del edificio, tanto en la fachada principal como en la posterior.
La fachada tridimensional, fabricada en madera laminada de castaño, está concebida para servir de soporte en toda su superficie a maceteros repletos de plantas. Además, la solución planteada para su construcción busca garantizar la durabilidad de las estructuras y contempla la sustitución de cualquier pieza que pueda deteriorarse a lo largo del tiempo.
La integración de la vegetación localen el edificio busca, por un lado, proteger la naturaleza y, por el otro, impulsar la biodiversidad urbana. La colaboración activa entre miembros de la comunidad se potencia mediante jardines y huertos que utilizan agua de lluvia capturada, cerrando el ciclo de producción de alimentos y contribuyendo al desarrollo sostenible.
La envolvente bioclimática del edificio, correctamente aislada, supone una mejora de las condiciones de confort interior, reduciendo las necesidades de calefacción y refrigeración al máximo. Esto permite disminuir el uso de sistemas de climatización mecánica, una de las mayores fuentes de consumo energético en una vivienda. El proyecto también contempla la creación de un paisaje energético en la azotea, aprovechando la radiación solar y la instalación de un sistema geotérmico complementario.
Premio de Oro Holcim 2023
La introducción de los principios de la arquitectura sostenible ha convertido a “Infinito Delicias” en merecedor del Oro de los Holcim Awards 2023 para Europa. Creados en 2004, los premios de la Fundación Holcim reconocen proyectos arquitectónicos que promuevan la transformación del sector de la construcción hacia un futuro más sostenible y resiliente. Estos galardones consideran la sostenibilidad social tan básica como la energética. Por este motivo, es necesario que los proyectos no sólo persigan la eficiencia o el reciclaje, sino que también consideren la inclusividad de los ciudadanos.
El jurado del certamen definió el proyecto ‘Infinito Delicias’ como “un proyecto de carácter ejemplar, que combina la revitalización de un edificio existente con un nuevo tejido para actividades socialmente relevantes, al tiempo que prioriza componentes que minimizan el impacto ambiental”.
Los miembros del jurado valoraron el proceso participativo empleado en el diseño del proyecto, promoviendo la inclusión e integración de la comunidad. En este sentido, reconocieron este enfoque como muestra de un modelo de negocio y gestión basado en las alianzas locales, que impulsa la transformación social. A nivel estético, el jurado valoró el diseño flexible del espacio y la configuración de la fachada, cuyo resultado es una arquitectura atractiva y convincente.
El jurado también apreció la adecuada selección de materiales, priorizando biomateriales que minimizan el impacto ambiental, lo que demuestra un fuerte compromiso con la reducción de las emisiones de carbono. Por último, los jueces destacaron la integración de vegetación en el edificio, que pone de manifiesto la preocupación por la protección del medio ambiente de los arquitectos involucrados en su diseño.
Reconocido como el edificio más sostenible que se está construyendo en Europa, “Infinito Delicias” recuerda a los profesionales de la arquitectura la importancia de poner el foco en aspectos como la circularidad de los materiales, la gestión energética, la rehabilitación de los edificios o la colaboración comunitaria a la hora de diseñar sus proyectos.
