Arquitectura holística: equilibrio entre diseño, naturaleza y salud
El término ‘holístico’ tiene su origen en la palabra ‘holismo’, que hace referencia a la idea de que los sistemas complejos deben entenderse en su totalidad, considerando todas sus partes y cómo interactúan entre sí, en lugar de analizar cada una por separado.
Entender la arquitectura desde un enfoque holístico permite construir espacios considerando todos los aspectos de la vida humana, la salud y el bienestar. Se basa en la idea de que los edificios deben diseñarse no sólo para satisfacer necesidades funcionales, estéticas o económicas, sino también para garantizar la armonía en todos los niveles: físico, emocional, mental y espiritual.
Principios de la arquitectura holística
La arquitectura holística promueve la construcción de mínimo impacto a partir de tres estrategias clave: la salud de las personas, el cuidado del medioambiente y el uso consciente de los recursos naturales disponibles. Esta perspectiva plantea que el diseño arquitectónico no impacta únicamente en las estructuras que creamos, sino también en las vidas de las personas que las habitan y en los entornos en los que se encuentran. Algunos de los principios clave de este modelo constructivo son:
- Salud y bienestar: La base de la arquitectura holística es garantizar el confort de las personas. Para ello, se tienen en cuenta aspectos como la buena calidad del aire interior de las viviendas, la iluminación natural, el diseño ergonómico, la acústica de los espacios o el contacto con la naturaleza, entre otros.
- Armonía con el entorno: Integrar los edificios en el entorno natural en el que se encuentran, aprovechando la topografía, la vegetación y otras características locales, permite lograr un equilibrio entre arquitectura y naturaleza.
- Enfoque social: Se fomenta el diseño de espacios inclusivos, que faciliten la interacción social, respeten la diversidad cultural y fomenten el sentido de pertenencia a una comunidad.
- Protección ambiental: Busca priorizar el uso de materiales sostenibles, como la madera, la pizarra o la piedra natural; y la elección de técnicas de construcción que minimicen el impacto ambiental de la construcción.
- Eficiencia energética: Los edificios de cero emisiones son el referente en la arquitectura holística. Su diseño se basa en aspectos como el correcto aislamiento térmico, la optimización de la luz natural, el uso de fuentes de energía renovable, la gestión eficiente del agua o la minimización de residuos.
Uno de los barrios más sostenibles del mundo
El Barrio de Vauban, situado en la ciudad alemana de Friburgo, se fundó como base militar durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, el gobierno de la ciudad decidió construir un eco-barrio residencial bajo un enfoque holístico. Para ello, no sólo valoraron criterios ecológicos, sino también sociales. El objetivo era construir un espacio verde, autosuficiente e inclusivo. La colaboración del vecindario en su diseño, de alrededor de 5.000 habitantes, permitió que se priorizasen las necesidades humanas frente al enfoque funcional de las grandes urbes.
Conocido como uno de los barrios más sostenibles del mundo, se caracteriza por sus zonas ajardinadas. La ciudad en la que se encuentra, situada en el corazón de la Selva Negra, posee más de 600 hectáreas de espacios verdes. En el caso de Vauban, los vecinos participaron en el diseño de sus jardines, organizándose en comisiones, por lo que cada uno de ellos es único. Esto ejemplifica la proximidad del barrio al enfoque holístico, que promueve la armonía entre la naturaleza, la arquitectura y las personas.
La apuesta por las energías renovables, en especial la solar, es otro principio de la arquitectura holística que se convierte en realidad en el Barrio de Vauban. Muchos de los edificios de nueva creación generan más energía de la que consumen, gracias a la instalación de placas solares y a la ventilación natural, entre otros aspectos. Los estrictos criterios de eficiencia energética han hecho posible que alrededor de 45 edificios en el barrio estén certificados como Passivhaus.
Diseñado por y para las personas
La movilidad sostenible es otra de las prioridades en el Barrio de Vauban. Una vez más, fueron los propios habitantes los que promovieron la creación de un sistema de tranvía, una red de carriles para bicicletas y numerosas zonas peatonales. La circulación de coches en el barrio es mínima, ya que la mayoría de los vecinos se desplaza andando o en bicicleta. Se calcula que cerca del 70% de los habitantes no tiene vehículo propio. El aparcamiento urbano no está permitido, excepto para vehículos de carga y descarga o en situaciones de emergencia.
Este planteamiento de la movilidad, donde el peatón es el protagonista, fomenta las interacciones y la cercanía entre los habitantes del barrio, creando un ambiente de comunidad. La sensación de seguridad es otra de las características diferenciales de Vauban, un factor clave para el confort de las personas en sus lugares de residencia. El barrio también cuenta con una amplia gama de servicios comunitarios que impulsan la vida sostenible, como un mercado de agricultores con productos frescos y locales, una biblioteca y varios centros de arte y cultura.
El funcionamiento del barrio también contempla la gestión eficiente de residuos orgánicos, el reciclaje de las aguas grises para el riego de jardines o la creación de puestos de trabajo inclusivos. Todas estas medidas pretenden garantizar la protección del entorno en el que está situado y el bienestar de las personas que en él residen. La filosofía holística, en línea con los principios de la arquitectura sostenible, busca crear barrios para las personas, en los que puedan convivir en sintonía con la naturaleza.
La experiencia de Europa en el uso de técnicas que actualmente , se están usando son necesarias para ser implementadas en nuestro continente, que va necesitando se orientado en la implementación de éstas técnicas en América, al ir en aumento nuevos servicios y así como los que están en uso.