La arquitectura ligada al territorio, protagonista en el Pabellón de España de la XIX Bienal de Venecia
Con motivo de la XIX Bienal de Venecia, se presentarán en la sala central del Pabellón de España dieciséis proyectos seleccionados de entre 171 propuestas. Un conjunto de obras que muestran el compromiso con la sostenibilidad y los esfuerzos de la arquitectura española por diseñar proyectos en equilibrio con su territorio.
La exposición, titulada “Internalities: Architectures for Territorial Equilibrium” y comisariada por Roi Salgueiro y Manuel Bouzas, se podrá visitar en Venecia entre el 10 de mayo y el 23 de noviembre de 2025, y refleja cómo una generación emergente de arquitectos españoles propone, a través de sus obras, la posibilidad de equilibrar ecologías con economías.
La muestra está estructurada en torno a cinco ejes fundamentales para reducir las emisiones del sector de la construcción: materiales, oficios, energías, residuos y emisiones. Cada uno de ellos se explorará en relación con cinco regiones diferentes de la Península Ibérica y se tratarán en profundidad en las cinco salas que conforman el pabellón. A continuación, presentamos tres de los dieciséis proyectos seleccionados para formar parte de la exposición.
La reforma de una vivienda con conciencia ambiental
«La casa del día después” contempla la reforma climática de un piso de 110m² situado en Madrid, con el objetivo de actualizar la vivienda hacia nuevos modelos de uso y conciencia medioambiental. Diseñado por el estudio TAKK, el proyecto se desarrolla alrededor de tres estrategias básicas.
La primera de ellas es el trabajo con gradientes térmicos para la configuración funcional de la casa, en lugar de la más habitual, a través de la combinación de estancias y pasillos. En la nueva propuesta se opta por una distribución donde la especificidad ambiental de cada espacio es diferente. Como si de las capas de una cebolla se tratara, las habitaciones se van anidando unas dentro de otras, lo que funciona como método de ahorro energético pasivo. Conforme nos acercamos a los espacios centrales de la casa, estos cada vez se encuentran más aislados, sin tener que aportar energía extra. Esta distribución, en un clima continental como el madrileño, con fuertes olas de calor en verano y períodos de frío intenso en invierno, permite unificar funcionalidad, clima y eficiencia.


La segunda de las estrategias plantea el uso de materiales con bajas emisiones de CO2, principalmente madera y corcho natural. Por su orientación norte, la vivienda carece de aportación energética solar, por lo que, para su rehabilitación, resultaba necesario encontrar un material con altas prestaciones aislantes, para reducir pérdidas, pero que, a su vez, tuviese poca inercia, para que no tardase demasiado en calentarse.
La tercera y última de las ideas sugiere construir solo la mitad de la superficie total de la casa y vaciar, incluidas las ventanas de fachada, la otra mitad, creando así una especie de terraza interior sin climatizar. Esta propuesta plantea la posibilidad de entender los 110m² del piso como una caja de zapatos vacía, cuyo interior alberga una caja de 60m² perfectamente aislada térmicamente (casa de invierno), dejando los 50m² restantes como una terraza interior (casa de verano). En esta última se eliminan aislantes de paredes, techo, y suelos, y se revisten con una capa de mortero con gran inercia que captura el calor del verano, robándoselo al aire interior. La incorporación de una estufa de leña y un sistema de puertas plegables y cortinas térmicas alarga la habitabilidad de este espacio durante el resto del año.
Alrededor de estas tres propuestas se van desplegando otras estrategias, tanto programáticas como materiales, que complementan el proyecto. Un ejemplo es la incorporación de un espacio adecuado para la vida vegetal en la vivienda, no solo por razones estéticas o de bienestar emocional, sino también climáticas. En este sentido, la integración de una buena cantidad de vida vegetal en la esfera doméstica contribuirá a mantener un clima más fresco en verano.
Un oasis de tierra a partir de materiales locales
El estudio Munarq Arquitectos ha sido el encargado de llevar a cabo el proyecto de vivienda “Ca Na Pau”, en la localidad mallorquina de Binissalem. La casa está inspirada en la naturaleza, emergiendo de su entorno, sin imponerse. La elección de los materiales y técnicas empleadas atendieron a criterios de proximidad y sostenibilidad.
“Ca na Pau” es un hábitat diseñado a partir de los recursos disponibles, en este caso, un tipo específico de tierra que presenta una excelente cohesión, utilizada para construir todos los muros de la casa. La idea de oasis surge de la necesidad de protección frente a la inmensidad del campo, el viento y el sol, así como de la intención de continuar con la tradición del patio en la arquitectura mediterránea.
El sistema constructivo se basa en muros de balasto (tierra mezclada con áridos de diversos tamaños, piedra y cal). Para los muros de cerramiento interior, el balasto es de 25 cm de espesor, con 10 cm de aislamiento de fibra de madera y un muro de ladrillo cerámico local de 20 cm de espesor. La impermeabilización se logra con una membrana de difusión abierta colocada entre los dos muros para garantizar la transpirabilidad de los cerramientos.


El uso del balasto persigue un enfoque sostenible e innovador para la construcción, aprovechando materiales naturales para crear estructuras efectivas y duraderas. El uso de tierra mezclada con agregados y cal no solo proporciona estabilidad estructural, sino que también contribuye a la masa térmica, ayudando a regular las temperaturas interiores. Por su parte, la inclusión de aislamiento de fibra de madera mejora la eficiencia energética del edificio, al reducir la pérdida de calor y aumentar el confort. Por otro lado, los ladrillos cerámicos locales añaden una capa adicional de protección térmica y durabilidad.
El techo está aislado con bloques de paja de 35 x 40 x 80 cm, que se colocan entre vigas de madera laminada. La combinación de ambos materiales mejora la eficiencia energética general del edificio, lo que ayuda a regular la sensación térmica interior de manera eficaz.
Una vivienda Passivhaus con la madera como protagonista
El estudio Emiliano López Mónica Rivera Arquitectos ha sido el encargado de proyectar una nueva vivienda en los límites del municipio de Gauteguiz Arteaga, situado dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai (Vizcaya): la “Casa en Arteaga”. Su diseño se ha llevado a cabo bajo los estándares del certificado Passivhaus, un referente en eficiencia energética.
Su total construcción en madera, un material referente en la arquitectura sostenible, acentúa la sensación de cobijo en toda la casa. La estructura es de madera contralaminada de alerce. Los aislantes son de fibras de madera y corcho. Los revestimientos de fachada y cubierta son de pino radiata acetilado acabados con una pátina mineral a base de silicato de color gris.


En el diseño y construcción de la vivienda se han seguido los principios del estándar Passivhaus, aislando cuidadosamente las cuatro caras ventiladas de la envolvente exterior. Se han utilizado cerramientos herméticos con triple vidrio bajo emisivo y ausencia total de puentes térmicos y filtraciones de aire. Asimismo, se han incorporado protecciones solares exteriores de lamas horizontales de pino de Soria enrollables en las zonas más expuestas a la radiación solar de verano.
La extracción y aportación de aire de la casa es constante y controlada mediante un sistema de ventilación mecánica de doble flujo que incorpora un recuperador de calor para ceder parte de la energía contenida en el aire viciado de extracción al aire fresco que se introduce en la vivienda.
Con la suma de estas medidas, se consigue una reducción del 75% del consumo en calefacción y refrigeración de una vivienda estándar. Por todo ello, la “Casa en Arteaga” obtuvo la calificación energética clase A con un consumo de energía de 22,43 kWh/m² al año y unas emisiones de 3,83 kg de CO2/m² al año.
Los tres proyectos expuestos, así como los trece que restan para completar la muestra “Internalities: Architectures for Territorial Equilibrium”, son todo un ejemplo de la arquitectura ligada al territorio y respetuosa con el medio ambiente. Asimismo, reflejan a la perfección el compromiso de los profesionales de la construcción por integrar prácticas sostenibles en sus proyectos.