Normativa y estrategias constructivas de los edificios nZEB o de Energía Casi Nula

Publicado el 23 diciembre 2024

El nearly Zero Energy Building (nZEB) es un término utilizado a nivel europeo e internacional para designar edificios con muy bajo consumo energético, cubierto en gran parte por fuentes renovables. El Edificio de Energía Casi Nula (EECN) es la versión española de este concepto, con especificaciones y requisitos adaptados a su contexto normativo y climático particular. Ambas ideas persiguen el mismo objetivo: promover edificios altamente eficientes y sostenibles.

Imagen: Vivienda-estudio Marès en Inca (Mallorca), construida bajo los criterios de los edificios nZEB, de acuerdo con el sistema de certificación Passivhaus.

Marco normativo europeo y español

La Directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo introdujo el término nZEB en Europa, disponiendo que todas las nuevas edificaciones públicas debían ser de consumo casi nulo antes de finales de 2020 y las privadas para 2021. En 2018, la Directiva (UE) 2018/844 amplió y actualizó esta normativa, incorporando nuevas tecnologías como la automatización y los indicadores de inteligencia.

En líneas generales, los principios de la construcción de edificios nZEB son los siguientes:

  • Eficiencia energética: Deben tener un diseño y construcción que les permita alcanzar un elevado rendimiento energético.
  • Energía renovable: La escasa energía consumida por este tipo de construcciones debe proceder en su mayoría de fuentes renovables, generada en el propio edificio o en sus cercanías.
  • Normativas nacionales: Los estados miembros de la Unión Europea (UE) deben desarrollar marcos normativos nacionales para definir los estándares específicos de los edificios nZEB, adaptándolos a sus condiciones climáticas, económicas y sociales.

En España, la adecuación de esta norma se integra dentro del Código Técnico de la Edificación (CTE) y el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), modificando e introduciendo nuevos requerimientos.

El Documento Básico “DB HE Ahorro de Energía” del CTE, referente a la limitación de consumo energético para edificios de nueva construcción, no cifra una demanda anual máxima, sino que obliga a una reducción de esta sobre la situación previa a las actuaciones, que oscila entre el 20% y el 35% en función de la zona climática en la que se encuentre. En 2019, el CTE se actualizó para poner límite al consumo de energía primaria en las edificaciones, que deberá proceder en gran medida de fuentes renovables.

Por su parte, el RITE establece directrices para el diseño, dimensionado, mantenimiento y operación eficiente de las instalaciones térmicas.

En 2020 se creó el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, como parte del compromiso de España con los objetivos de la UE en energía y clima para 2030, para fomentar la construcción sostenible y la descarbonización del sector de la construcción, promoviendo el uso de materiales sostenibles y tecnologías eficientes.

Estrategias de diseño de edificios nZEB

Las medidas pasivas sonaquellas que no requieren energía para funcionar y forman parte del propio diseño de la vivienda. Están estrechamente ligadas a la arquitectura bioclimática, un enfoque que promueve la construcción de edificios atendiendo a las condiciones climáticas específicas del lugar donde estarán ubicados.

Una buena orientación solar permitirá captar calor a lo largo del día. Para ello, en el hemisferio norte se prioriza la orientación sur y, en su defecto, la orientación sureste o suroeste, que es la que permite maximizar la captación a lo largo del día. En invierno, se buscarán estrategias para generar aperturas en la fachada sur que capten el calor con un acristalamiento sin pérdidas térmicas. En verano, la idea es dejar entrar la luz solar, pero no su calor. Una buena opción es incorporar porches o pérgolas, que bloquean la incidencia del sol vertical.

La elección de materiales con una elevada inercia térmica, como los bloques de tierra o la piedra natural, permite captar y almacenar calor durante el día, procedente de la radiación solar, y liberarlo horas más tarde, cuando la temperatura exterior sea menor. De esta forma, se garantiza el confort térmico en el interior de las construcciones en cualquier época del año.

Imagen: La Sin de Solvia en Torrejón de Ardoz (Madrid), construida con el objetivo de asentar las bases que debían seguir los edificios nZEB.

El grosor del aislamiento térmico es otro factor para tener en cuenta en el diseño de edificios nZEB. Este se establece en función de la zona climática y estará relacionado con el material utilizado. Por ejemplo, no es lo mismo un aislamiento de paja o fibra de madera que de poliestireno. También es importante conocer la huella ecológica de los recursos utilizados; mientras la del poliestireno es muy elevada, la de la fibra de madera o el corcho suele ser negativa.

Este tipo de construcciones prestan especial atención a los puentes térmicos, las discontinuidades en la envolvente del edificio que disminuyen la resistencia térmica respecto al resto del cerramiento. Suelen producirse cuando los detalles constructivos no están bien resueltos y posibilitan un intercambio de temperatura directo entre interior y exterior. La aparición de humedad condensada como consecuencia de un mal aislamiento puede suponer un riesgo grave para la salud de las personas.

Asimismo, la ventilación natural del edificio es un principio básico para conseguir una buena calidad de aire interior. La ventilación cruzada plantea aperturas en distintas fachadas del edificio, preferiblemente norte-sur, para propiciar la corriente de aire por diferencia de temperatura. La normativa de los Edificios de Energía Casi Nula requiere que la renovación de aire constante esté automatizada y no dependa del buen comportamiento del usuario en sus prácticas de ventilación diaria.

Por su parte, las medidas activas otorgan al edificio nZEB la energía primaria necesaria para mantener las condiciones interiores de confort y salud, priorizando el uso de energía renovable y el autoconsumo. Esto se consigue a partir de múltiples fuentes renovables: solar fotovoltaica, solar térmica, eólica, geotermia, aerotermia… La energía generada permite satisfacer el consumo en calefacción, ACS, iluminación y equipos eléctricos.

Existen multitud de certificaciones medioambientales para edificios y, hasta la fecha, la más cercana al concepto nZEB es el sello Passivhaus. Este estándar combina un elevado confort interior con un consumo de energía muy bajo, gracias al cuidado de la envolvente del edificio y a un sistema de ventilación controlada. La construcción bajo estos principios supone una apuesta decidida por una arquitectura sostenible que cumpla con los máximos estándares de calidad internacionales.

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