El Proyecto NICA, arquitectura pasiva y biosaludable para cuidar la salud de su futura inquilina
Recientemente, la compañía Pladur ha presentado el ‘Primer informe sobre la construcción en España: datos y tendencias online’, basado en una muestra de más de 3 millones de personas y 29 millones de datos. Entre los principales resultados del estudio, destaca un aumento del 138% en las búsquedas online sobre arquitectura sostenible entre 2019 y 2024.
En especial, las cifras revelan un gran interés por la eficiencia energética, la construcción modular y prefabricada, los edificios inteligentes y la construcción saludable. En este último caso, las búsquedas relacionadas han crecido en un 156% en los últimos cinco años.
Durante el encuentro, también se presentó el Proyecto NICA, un ejemplo real de construcción saludable, realizado por el estudio de arquitectura Método Crea. Esta vivienda unifamiliar Passivhaus y biosaludable, situada en el concejo asturiano de El Franco, ha sido diseñada para una persona con sensibilidad química múltiple, fibromialgia y fatiga crónica.
Una vivienda pasiva y biosaludable
Este proyecto nace de la necesidad de Dominica, arquitecta de profesión y parte del equipo de Método Crea, de residir en un espacio que le permita cuidar de su salud, ya que padece sensibilidad química, un síndrome que se manifiesta con la aparición de síntomas recurrentes tras la exposición a compuestos químicos en bajas dosis; fatiga crónica, un cansancio persistente e invalidante ante pequeños esfuerzos, que no mejora con el reposo; y fibromialgia, una enfermedad crónica caracterizada por el dolor musco esquelético generalizado en todo el cuerpo.
Por este motivo, desde el estudio Método Crea, especializado en arquitectura biopasiva, idearon un espacio sano y preventivo en toda la vivienda. En su diseño, se tuvieron en cuenta factores como la iluminación, la temperatura, la calidad del aire, la eliminación de campos electromagnéticos y la selección de materiales sostenibles, con el objetivo de evitar los químicos, tan nocivos para su estado de salud.
NICA busca ayudar a Dominica a vivir en un entorno que minimice los síntomas que le ocasionan sus dolencias. Para ello, una de las premisas era construir una vivienda comunicada en todos sus puntos con el exterior, para aprovechar las aportaciones de la naturaleza. El proyecto plantea una división en tres piezas diferenciadas entre sí. La primera de ellas está ideada para servir como espacio de día; la segunda, más pequeña, funcionaría como recibidor y punto de unión entre ambas; y la tercera, girada con respecto a las anteriores, se destinaría a la zona de noche.
Neuroarquitectura para mejorar el confort
Además de pasiva, NICA busca ser una vivienda biosaludable. Para ello, el equipo de arquitectos de Método Crea tuvo en cuenta la aplicación de criterios de neuroarquitectura y salubridad en su diseño. Estas técnicas enfatizan la relación entre arquitectura y neurociencia, asumiendo que un entorno bien proyectado, diseñado y construido puede influir de forma positiva en el estado emocional y físico de las personas.
Para mitigar la fatiga crónica de Dominica, su futura habitante, se prestará especial atención a la iluminación, aprovechando la luz natural y evitando deslumbramientos; se mantendrá una temperatura de confort constante y un nivel de humedad controlado; así como también se eliminarán los campos electromagnéticos.
También se establecerá una ventilación adecuada, para maximizar la calidad del aire interior, y se priorizará la elección de materiales naturales, para evitar los síntomas de su sensibilidad química múltiple. El uso de aislantes acústicos y una cuidada selección de colores en el interior también contribuirán a aumentar la sensación de bienestar, propiciando la relajación con el diseño de la vivienda.
Passivhaus y BREEAM
El Proyecto NICA ha concluido recientemente su fase de montaje. El equipo de Método Crea apostó por la madera como el elemento constructivo principal, por sus múltiples beneficios en arquitectura sostenible. Este material es saludable, regula la humedad, ayuda a evitar puentes térmicos, es ligero, se monta rápidamente y favorece el diseño. La colocación en obra de los paneles de entramado ligero de madera para la estructura de la vivienda se completó en una semana y media.
La vivienda fue concebida para cumplir los estrictos requisitos del estándar de certificación Passivhaus, que combina el confort interior con una elevada eficiencia energética, gracias al máximo cuidado de la envolvente del edificio y a un sistema de ventilación controlada.
Desde Método Crea señalan que, con la certificación Passivhaus Classic que NICA pretende alcanzar, obtendrán una demanda de calefacción siempre inferior a 15 kWh/(m2 a), una demanda de refrigeración inferior a 15 kWh/(m2 a), una demanda de energía primaria renovable inferior a 60 kWh/(m2 a) y una hermeticidad del aire inferior a 0.6 renovaciones de aire por hora.
El certificado BREEAM es otro de los sellos de sostenibilidad que NICA aspira a conseguir tras su construcción. El estudio encargado de proyectar este edificio apunta a una reducción de las emisiones de CO2 de entre el 7% y el 56%. En cuanto al consumo de agua, el objetivo es ahorrar entre un 20% y un 35%. La construcción bajo los principios de esta certificación permitirá disminuir los costes de mantenimiento de la vivienda, mejorar los niveles de bienestar y minimizar la huella ambiental de la vivienda.